¿Iq... Iqbal Masih? ¿Cómo se pronuncia ese nombre?
Esa fue la primera pregunta del alumnado de 2º de ESO al mostrarles la portada del libro que íbamos a leer en el aula. Nadie había oído hablar de él, aunque sí conocían lo que es la esclavitud infantil, y habían escuchado que en algunos países niños y niñas de su edad trabajan en fábricas, en unas condiciones infrahumanas y que, de alguna manera, somos cómplices de este abuso al llevar ropa fabricada en esos lugares. Después de esta introducción, ya les picó el gusanillo, y querían ver "de qué iba esa novela", así que la empezamos a leer...
Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje es una obra del escritor salmantino Miguel Griot, publicada en 2010, cinco años después del asesinato del pequeño héroe. La obra narra la vida de Iqbal Masih, un niño nacido en Pakistán, que luchó contra la esclavitud infantil y denunció las condiciones laborales que sufría en un pequeño taller de alfombras de Lahore, su ciudad natal.
La novela está narrada en primera persona, pero con una singularidad especial: en cada uno de los capítulos hay un narrador diferente, ora se trata de Nusrat, un compañero del taller de Iqbal que explica cómo era este, la de horas que pasaban codo con codo trabajando con las hiladoras, ora toma la palabra Fateh, el dueño de varios de los talleres, para dar su propia visión del asunto y despotricar contra la osadía de Iqbal. De esta manera, a través del cambio de perspectiva en la trama, se rompe con el maniqueísmo, y se ofrece un visión global del conflicto: evidentemente, todos/as estamos en contra de la esclavitud infantil pero ¿cómo podríamos acabar con ella?
La narrativa es fluida y amena, por lo que al lector no le resulta nada cansina y, pese a que desde un comienzo sabemos lo que ocurrirá al final de la trama, (no, no estoy haciendo espoiler), el autor sabe mantenernos con la intriga, y nos va ofreciendo detalles de Iqbal en Noruega, en Estados Unidos, en el taller, en su casa... para poder hacernos una idea completa de cómo era este pequeño luchador.
Me parece una novela interesante para tratar temas transversales en nuestra aula, como son los derechos humanos, la importancia de luchar por unos ideales, y de valorar la educación como una herramienta liberadora. Por todo ello, creo que se trata de una obra interesante y necesaria, un chorro de realidad que nos azota en la cara y nos recuerda lo necesarias que son las personas como Iqbal en nuestra sociedad.
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