CENTRAL ELÉCTRICA. J. López Pacheco

Acabo de leer Central eléctrica de Jesús López Pacheco y me ha resultado muy interesante. Esta novela es bastante desconocida a pesar de haber sido finalista del Premio Nadal en 1957 y de citarse en los libros de texto de literatura, eso sí bajo la etiqueta despectiva de "realismo social", presentado como especie de género menor del "realimo crítico" porque ¡dónde va a parar! la vida de la burguesía es siempre más interesante que la de los obreros, aunque sus vidas están vacías o se aburran como ostras...

Lo mismo cabe decir de su autor, a pesar de su importancia como novelista, dramaturgo, poeta y ensayista y de ser uno de los más importantes escritores de la llamada generación del 50, junto a José Manuel Caballero Bonald, Armando López Salinas, Ángel González o Claudio Rodríguez. O de que en 1956 fuera organizador, junto con otros escritores e intelectuales, del Congreso Universitario de Escritores Jóvenes, que fue finalmente suspendido y fue uno de los detonantes de los sucesos del 56 por los que López Pacheco fue detenido y encarcelado. Valga como muestra de su firme compromiso comunista el siguiente poema:
Lo más cómodo es
llorar desde Madrid
al que muere en Bolivia
(¡quién tuviera un fusil!)
Lo más cómodo es
no tener un fusil,
no luchar en Bolivia
y llorar en Madrid.
Lo más cómodo es
no luchar ni en Madrid,
llorar muertes lejanas
y soñar sin fusil.


Volviendo a la obra está claro que no es el tipo de novela que domina en la actualidad, dividida, como afirma Constantino Bértolo, entre la literatura del yo y la literatura del yo-yo comercial. Se trata, por el contrario, de una novela colectiva, donde parafraseando a Vázquez Montalbán los personajes no tienen angustia existencial sino que tienen problemas reales por los que angustiarse.
La novela se desarrolla en Aldeaseca, perdida aldea que va a quedar sepultada por uno de los pantanos construidos durante el franquismo para situar una central eléctrica y es una verdadera epopeya colectiva que enfrenta las contradicciones del progreso técnico y la desigualdad entre las clases sociales. Las precarias condiciones de los trabajadores en esas construcciones queda suficientemente descrita cuando uno de los ingenieros afirma en la novela que lo normal es que murieran más de 100 trabajadores de media en la construcción de una central.
Novela imprescindible para saber un poco más acerca del precio pagado por las clases populares en eso que ha dado en llamarse el "desarrollismo", parcial modernización hegemonizada por unas élites parasitarias que es la base de la España actual.