sábado, 14 de mayo de 2022

La hija oscura de ELENA FERRANTE

 Nuevamente, la enigmática escritora italiana Elena Ferrante, de la que se desconoce su verdadera identidad, nos vuelve a impactar con su  novela La hija oscura, novela que publicó en 2006, cinco años antes que La amiga estupenda, de la que podéis leer la reseña en este mismo blog.

La hija oscura habla de Leda, una profesora de literatura inglesa en la universidad, madre de dos hijas, divorciada, que decide tomarse unas vacaciones frente al mar en verano. Todo parece impecable, Leda es una mujer pragmática, cuadriculada, que lee y trabaja tumbada en su toalla, sigue unos horarios concretos de descanso y de trabajo; parece una mujer admirable y que roza la perfección. Leda habla asiduamente con sus dos hijas, Marta y Bianca, que viven en Canadá con su padre, y con quienes mantiene una relación cercana, lleva un seguimiento exhaustivo de lo que hacen, lo que necesitan, lo que anhelan. 

Podríamos decir que todo es excesivamente correcto, hasta que aparece Nina, una joven mamá, y su hija Elena, que descansan en unas tumbonas unos metros más allá de donde se encuentra la protagonista. Leda se dedica a observarlas tras sus libros, con la mayor discreción. Al ver el cariño con el que Nina juega con su hija, los cuidados que le dedica tanto a esta como a su muñeca Nena, y la relación que esta tiene con su cuñada y con su marido. A raíz de observar a esta familia napolitana, Leda va dejando aflorar todos sus recuerdos de maternidad, narrando algunos episodios oscuros vividos, como el abandono, la violencia física y, en resumen, el excesivo amor por una misma. Lo impactante de la novela es leer esos sentimientos de egoísmo y de egocentrismo, en boca de una madre, cómo relata ciertos episodios de intolerancia, de hartazgo y de falta de amor hacia sus hijas en momentos concretos de su vida. Creo que es la primera vez que leo episodios tan crudos contados en primera persona, echando por tierra la idea de amor incondicional entre madres e hijos. 

 


 

Aparentemente, la vida de Leda es admirable; ella es una profesora universitaria, conocida especialmente desde que un famoso investigador la cita en una de sus conferencias universitarias, atractiva, independiente, segura de sí misma, que ha logrado compaginar su vida laboral y personal. Sin embargo, a medida que va transcurriendo la historia, Leda desvela todas sus manías, su carácter huraño e irascible, lo difícil que puede resultar la convivencia junto a ella, e incluso sus impulsos más oscuros, especialmente desde que introduce en su bolso la querida muñeca de la pequeña Elena, dejando a la pequeña bebe desconsolada y con congoja. Ese será el leit motiv de toda la novela, que creará desasosiego, una inquietud constante en el lector durante toda la trama.

Una vez más, Elena Ferrante ahonda en los sentimientos humanos, en las relaciones interpersonales y en todo aquello que escondemos en nuestro interior, lo que ocultan nuestras acciones, desmontando las ideas preconcebidas sobre el amor maternofilial.

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