UN AMOR de Sara Mesa

Nat es una joven traductora que, después de dejar su trabajo, decide alquilar una casa en La Escapa, un pueblo de interior, buscando la tranquilidad necesaria para emprender su primer encargo de traducción literaria. Alquila una casa con humedades y con un jardín yermo, que no ha sido trabajado durante años, cuya tierra es seca y árida. Nat, a pesar de ser bastante huraña y solitaria, va conociendo a los  habitantes del pueblo: un extranjero hippy que le ayuda con los arreglos de la casa, una dependienta adolescente que masca su chicle y critica a la gente desde la maquina registradora, una pareja con hijos que vive puerta con puerta, el alemán, quien suministra verdura y fruta a los vecinos... 

Su relación con el casero es muy mala, no se atreve a decirle claramente lo que piensa, se bloquea completamente al escucharle hablar y solo desea que se vaya cuando este viene a visitarla y, desde una tarde en la que entra en su casa sin avisar, siente un miedo atroz hacia él.  Precisamente es el casero quien le regala un perro, Sieso, que hace honor a su nombre. A pesar de que Nat está buscando la soledad para concentrarse y traducir una obra francesa, no es capaz; asiste a reuniones vecinales y barbacoas, vive un amor muy intenso, que le torturará, además de otra serie de vicisitudes, y finalmente deja la traducción para dedicarse a otros menesteres.

 

Esta trama, que parece sencilla y lineal, está llena de acontecimientos inesperados, de angustia y de lentitud, en un ambiente tenso y pesado. Nada ocurre como podrías prever, y es difícil entender por qué Nat se comporta como lo hace, y qué le lleva a seguir viviendo en La Escapa,  pese a que las cosas no le van demasiado bien en este lugar. 

Con una narrativa ágil pero en un ambiente pegajoso y denso al mismo tiempo, Sara Mesa consigue atrapar al lector desde la primera página; no en vano esta novela está considerada por la crítica una de las mejores del año.

Como afirma Izaskun Legarza Negrín en su reseña literaria:

"No encuentro adjetivos para la lectura. Me pasan por la cabeza recuerdos lejanos de textos de Koltés, de miedos infantiles ante sonidos nocturnos, de crisis de asma, de. Es la atmósfera de la novela lo que me angustia. La atmósfera densa, pegajosa, quieta, pesada  y siempre tensa. Y también los pensamientos de Nat, Natalia, protagonista narrada en tercera persona, mujer indefensa con el deseo nunca cumplido de ser ella la que diga “no”  , mujer que busca protección y se hace pequeña mujer viviendo un amor que no se nombra."

Imprescindible lectura. Recomendada para adultos o para el alumnado mayor, de 1º o 2º Bachillerato.