martes, 11 de agosto de 2020

LOS FUEGOS DEL OTOÑO de Irène Némirovsky

Me habían recomendado Suite francesa, la novela cumbre de Irène Nemirovsky, una escritora ukraniana que huyó de la Revolución Rusa hacia Francia, país en el que se educó y estudió. Irène se educó en Francia y estudió en la Sorbona, por lo que todas sus obras literarias están escritas en francés. Murió en el campo de Concentración de Auschwitz a los 39 años de edad, al igual que su marido, debido a su origen judío. 

Sin embargo, cuando visité la librería de Cádiz en la que suelo comprar mis libros, Suite francesa no estaba disponible, -me queda pendiente la lectura de esta novela- y me llevé en cambio Los fuegos del otoño, otras de sus novelas publicadas póstumamente.


Los fuegos de otoño narra la historia de Thérèse y de Bernard en el periodo comprendido entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial en París. A través de un fresco narrativo, describe las vicisitudes de la guerra, y cómo tanto los que tienen que participar en ella -Martial, el que será el primer esposo de Thérèse, como Bernard, su segundo esposo, como posteriormente su hijo Yves- así como de las mujeres que se quedan en casa, soportando el hambre y sufriendo en la distancia. Describe el ambiente del París de entreguerras, y el entorno burgués en el que se movía Bernard, y del que quería formar parte, de una forma febril, deseando tener más posesiones e inmiscuirse en negocios para lograr dinero de la forma más rápida y fácil posible, sin importarle la ética. También describe la manera en la que muchos parisinos se hicieron con terrenos y posesiones después de la Primera Guerra Mundial, a través del saqueo, algo que Bernard envidiará, y que intentará imitar.  Bernard representa la impaciencia, el ansia de poder, la necesidad de disfrutar de la vida, la lujuria y la vida acelerada,  al contrario que Thérèse, mujer calmada, cariñosa con sus hijos, a los que dedica todo su tiempo y su alma, y conformista. Thérèse quiere a Bernard, y le gustaría entenderlo; su paciencia y su esperanza serán sus herramientas para lograr el cariño de su esposo.

Para ser honesta, esta novela no me ha enganchado demasiado. Me descorazonaba leer cómo Thérèse aguantaba a un hombre como Bernard, que no la amaba e incluso le era infiel, y cómo ella, pese a todo, seguía esperando a que llegara el momento en el que él cambie su forma de ver el mundo,  y decida permanecer a su lado. Sin embargo, me parece interesante la manera en la que Nèmirovsky retrata un periodo tan convulso, como es el periodo de entreguerras en Francia, describiendo la manera en la que muchos burgueses se enriquecieron, y cómo se vivían los debates en los cafés sobre la participación de Francia en ambas guerras. 

La historia fluye de manera ágil y fresca, y cuesta pensar que fue escrita en el año 1942. Creo que su manera de describir a personas pertenecientes a clases sociales distintas, sus objetivos en la vida y lo que logran finalmente, es muy acertada y está muy cercana a nuestra cotidianidad, por lo que considero que es una novela interesante, desde un punto de vista histórico, que revela una forma de vida y de comportamiento al estilo de la literatura realista de fines del siglo XIX, que nos ayuda a entender mejor una época histórica concreta.

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