sábado, 20 de noviembre de 2021

Un viaje de novios, de EMILIA PARDO BAZÁN

Se trata de una de las novelas menos conocidas de la autora gallega, escrita en 1881, en la "década prodigiosa" de la narrativa española del XIX, que vio la aparición de novelas como "La Regenta", "Fortunata" y Jacinta" o "Los Pazos de Ulloa".

Un viaje de novios cuenta la historia de la joven Lucía, una muchacha de 15 años de edad que contrae matrimonio con un hombre bastante mayor que él, Miranda. Se trata de un matrimonio de conveniencia; el padre de Lucía considera que esta unión será próspera para la familia; que se empareje con un hombre de la envergadura de Miranda, hombre de clase alta y con un reconocimiento social supone una apuesta segura para que la joven tenga una vida tranquila y próspera.

Después de la boda, emprenden un viaje de novios a Francia, algo bastante inusual entre los matrimonios de la época -como así asegurará la propia autora al final del libro-. Parten en tren desde León y van haciendo paradas en distintas ciudades castellanas y vascas antes de llegar a tierras francesas. Todo parece ser de lo más grato y placentero, Lucía está ilusionada con el viaje y todo lo que vive es novedoso para ella, que observa todo lo que le rodea con los ojos llenos de inocencia y de ensueños. En una de las paradas de tren, en Vena de Baños, aprovechan para comer en una cantina junto a la estación con la mala suerte de que el esposo deja la cartera sobre la mesa del restaurante. Al darse cuenta, baja del tren raudamente para recuperar su billetera, y este sigue su camino dejando al viajero en el andén. Lucía, mientras tanto, duerme cándicamente en su vagón de tren junto a otro pasajero, Artegui.

 


 

Este será el comienzo de un viaje que hará que Lucía viva múltiples aventuras nunca imaginadas: primero se ve sola en un tren, sin dinero ni capacidad de valerse por sí misma -nunca ha estado sola, siempre junto a su estimado padre, con el que mantiene una relación de gran dependencia-. Después, gracias a la generosidad de su acompañante de vagón, se hospeda en un hotel a esperar a que llegue su marido, y junto a este hombre -con el que comenzará a forjar una relación de amistad excesivamente cercana- descubrirá los encantos de Bayona. Posteriormente, y tras el reencuentro del matrimonio, la luna de miel continuará en compañía del matrimonio Gonzalvo en Vichy, donde Pilar, la esposa del señor Gonzalvo intentará recuperarse de su malhadada salud.

La novela refleja la candidez y la bondad de Lucía, y cómo todo se le volverá en contra en una sociedad patriarcal y egoísta. A pesar de que no se aprecia ni un ápice de maldad en el comportamiento de la protagonista, el lector sí puede entender el malestar de su marido, entendiendo los acontecimientos en una España de provincias finisecular y anticuada, en la que se ha educado a la mujer para la sumisión, la beatería y la falta de autonomía. Lucía refleja perfectamente la educación en la obediencia, la religión; esta muchacha de León comienza siguiendo los mandatos de su padre, sin cuestionarlos en ningún momento, después se comportará según le indica su esposo y acabará escuchando  los consejos de un sacerdote y finalmente, pese a sus buenas intenciones y a su candidez, los acontecimientos se le volverán en su contra. 

Esta novela te hiere con una bofetada de realidad, te hace reflexionar sobre la importancia de que la mujer sea independiente y se deje llevar por su propia intuición y su ética por encima de todo; en resumen, plantea el enfrentamiento entre el deseo y la realidad.


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