La novela se divide en cuatro partes; la primera, y de mayor longitud, está narrada por Búho (este será el nombre en clave de la protagonista durante toda la trama) quien, después de haber vivido una situación de violencia continuada de su padre, y posterior asesinato de su madre perpetrado por este, decide acabar con la vida del juez que dictaminó una sentencia irrisoria, quitándole importancia a las declaraciones de Búho y de su hermana Jara insinuando que estas eran exageradas e incluso inventadas.
Las otras tres partes cambian la perspectiva desde la que escuchamos la historia: Jara nos explica, desde una realidad no militante y más cobarde, cómo presenciar el asesinato de su madre le cambió la vida y le hizo detenerse, no pudo seguir, ya nunca realizó sus proyectos. Su vida se detuvo ahí.
También leemos la versión de Águila, y observamos cómo el amor puede cambiar la vida hasta de la persona más convencida, pero que no olvidará los objetivos por los que lucha. Y finalmente, vuelve Búho a recuperar su voz en primera persona.
El asesinato del juez marcará un punto de inflexión en la actividad del FRF (Frente Revolucionario Feminista) que hasta ese momento había perpetrado diez asesinatos, todos ellos directamente a violadores o asesinos, pero nunca a un representante de la Justicia.
Barbijaputa nos cuenta cómo el FRF se ha organizado en comités, situados en distintas comarcas de Eare (un país ficticio, pero que peligrosamente se parece a cualquiera de los países de Europa) donde ha tomado el poder un partido totalitario, patriarcal y xenófobo que no permite que las mujeres se reúnan si el número de estas excede al de quince, y que lanza mensajes de terror hacia los extranjeros que llegan a las costas de Este a diario.
Durante unos años, un grupo de mujeres, todas ellas con pseudónimos provenientes del mundo animal (golondrina, águila, cuervo, mirlo...) se preparan concienzudamente para aprender a usar las armas y atacar, unas, mientras otras trabajan a favor de la organización, para conseguir financiación para la misma. No es fácil llevar una vida así, aislada de la sociedad, manteniendo esa labor secreta ajena a tu familia y tus amistades. Por eso, en el camino, alguna compañera flaquea y quiere retirarse, o incluso se dan casos de doble militancia.
Búho nos transmite todas sus inseguridades, la desazón en la que vive después de esa violencia continuada que existía en su casa, y que acabó de la peor manera posible. Esa rabia es el motor que le mueve a actuar como lo hace, y esa rabia está en nuestra sociedad, en casa una de nosotras, y la estamos sacando.
Siempre es interesante leer a esta columnista y escritora por su capacidad de explicar de forma sencilla una realidad compleja, como es nuestro sistema patriarcal. La novela se ha publicado casi a la vez que las Tesis hacían viral la canción "Un violador en tu camino". La rebelión de las mujeres está ahí, ya es hora de que nos escuchen y de que la Justicia dictamine sentencias acordes con el delito de estos violadores y acosadores.
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