domingo, 31 de julio de 2016

TEA-ROOMS de Luisa Carnés

Matilde ha comenzado a trabajar en una confitería-cafetería. Una tea-room. Le pagan bastante mal, tiene jornadas laborales infernales, le cambian el turno y le hacen chanchullos con las vacaciones y no es realmente feliz, pero ahí está, a pie de mostrador cada día. Como le dice una compañera, no se pueden quejar, que tal y como están las cosas mejor dar gracias por tener trabajo. Mientras no acabe la crisis…

La historia de Matilde puede parecer de lo más habitual y puede parecer la que posiblemente protagonice cualquier dependienta de cualquier cafetería de cualquier ciudad española y, sin embargo, no lo es, o no lo es exactamente. Porque sí, Matilde es una dependienta de una confitería de una ciudad española, Madrid, pero lo es en pleno 1933. Matilde es uno de los personajes de Tea Rooms: Mujeres obreras, una de las novelas de Luisa Carnés, olvidada escritora de la Generación del 27, que ahora ha recuperado la editorial Hoja de Lata. (Extracto copiado de: http://www.hojadelata.net/recuperando-una-fascinante-novela-sobre-mujeres-en-la-republica/)



De la mano de Matilde descubriremos el cuartucho inmundo en que deben cambiar su ropa de calle por la bata de trabajo, el control exhaustivo al que son sometidas por la encargada, a los visitantes del salón de té. Parejas surgidas de amores adúlteros, actores que se reúnen a la salida de la actuación, repartidores que tratan de echar el anzuelo a las dependientas. 

Porque además de a Matilde, conoceremos a otras mujeres y con cada una de ellas repasaremos las dificultades de ser mujer en la España de aquellos años. A la que tiene una relación con un hombre casado, a la viuda que debe ocultar su situación para poder ser contratada, a la que es la única que lleva un sueldo a una casa plagada de gente a la que alimentar, a la que roba una peseta de la caja siempre que encuentra ocasión, a la que verá cómo sus caderas se ensanchan y su cuerpo se transforma tras un embarazo no deseado. 

Luisa Carnés es la mejor escritora de la Generación del 27, en palabras de David Becerra, y por ello forma parte de las Sinsombrero. 

Como explican en un artículo del Periódico El Diagonal:  Luisa Carnés nació en 1905 en Madrid en el seno de una familia muy humilde, Carnés dejó la escuela a los once años para ponerse a trabajar en un taller de sombrerería. Después sirvió en un salón de té, donde sin duda acumuló experiencias que plasmaría en Tea rooms, su segunda novela tras Natacha (1930). En 1928 había debutado con Peregri­nos de calvario, una recopilación de tres relatos cortos. La precocidad y el ser prácticamente autodidacta son dos de los rasgos de su carrera. El compromiso sería el tercero. (...) 

Poco después de la aparición de Tea rooms, Carnés comenzó a colaborar en distintas publicaciones como la revista Estampa y el periódico Ahora. También se acercó políticamente al Partido Comu­nista y, tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, colaboró con Mundo Obrero y Frente Rojo. En mayo de 1939 tomó un barco en Francia con destino a Méjico, de donde nunca regresaría y donde siguió publicando relatos y novelas. En 1964 falleció en un accidente de tráfico.

Luisa Carnés debería estar integrada en el currículum de Bachillerato, al mismo nivel del resto de escritores de la Generación del 27 . Por tanto, recomiendo esta novela para 4º de ESO y 2º de Bachillerato, cuando estudiamos la literatura de comienzos de siglo XX, y siempre dejamos de lado a las mujeres escritoras, que tanto han aportado a nuestras letras y a nuestra historia.

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