jueves, 23 de julio de 2009

POR FAVOR, SEA BREVE. Clara Obligado

Curioseando en la web, y en concreto en el blog la mar de poemas, textos, palabras he encontrado este micro-cuento, inserto en la obra Por favor, sea breve, libro que contiene "El precursor de Cervantes" y otros 166 microrrelatos más. Todas las historias han sido seleccionadas por la escritora argentina Clara Obligado, y podemos encontrar autores clásicos de este género, desde los clásicos Rubén Darío, Ramón Gómez de la Serna, hasta Julio Cortázar, Augusto Monterroso, etc.)
Si deseas conocer más sobre los microrrelatos, pincha aquí.
 
EL PRECURSOR DE CERVANTES de Marco Denevi.
Vivía en el Toboso una moza llamada Aldonza Lorenzo, hija de Lorenzo Corchelo, sastre, y de su mujer Fracisca Nogales. Como hubiese leído numerosas novelas de éstas de caballería, acabó perdiendo la razón. Se hacía llamar Doña Dulcinea del Toboso, mandaba que en su presencia las gentes se arrodillasen, la tratasen de Su Grandeza y le besasen la mano. Se creía joven y hermosa, aunque tenía no menos de treinta años y las señales de la viruela en la cara. También inventó un galán, al que dio el nombre de Don Quijote de la Mancha. Decía que Don Quijote había partido hacia lejanos reinos en busca de aventuras, lances y peligros, al modo de Amadís de Gaula y Tirante el Blanco. Se pasaba todo el día asomada a la ventana de su casa, esperando la vuelta de su enamorado. Un hidalgüelo de los alrededores, que la amaba, pensó hacerse pasar por Don Quijote. Vistió una vieja armadura, montó en un rocín y salió a los caminos a repetir las hazañas del imaginario caballero. Cuando, seguro del éxito de su ardid, volvió al Toboso, Aldonza Lorenzo había muerto de terciarias.

miércoles, 22 de julio de 2009

CALVINA de Carlo Frabetti




Nada es lo que parece en esta historia. Todo comienza cuando Lucrecio entra a robar en una casa y se encuentra con un niño (¿o quizá es una niña?) que le pide que se haga pasar por su padre, que hay un gran parecido entre ambos. Lucrecio se queda en la mansión donde hay armarios con puertas secretas, personas escondidas en lugares inesperados y un gran misterio que desvelar. A la mañana siguiente Calvino, ahora convertida en Calvina, le lleva a la biblioteca manicomio para conocer a los internos, todos ellos personajes de ficción. O eso creen, y con razón, pues un personaje de ficción es lo que el lector imagina de él, por tanto cualquiera puede recrearlo, inventarlo, imaginarlo... Como dice la bibliotecaria: «si un libro es bueno, es decir, si estimula nuestra imaginación, si nos hace pensar y plantearnos nuevas preguntas, luego volvemos a la realidad con un poco más de fuerza y un poco más de sabiduría».


Lucrecio se ve envuelto en un enredo entre muertos que están muy vivos, un enano gigante, las actuaciones de su cómplice de "El sopa", y finalmente se desvelará su relación con esa casa en el epílogo-prólogo, donde se verá que hasta lo más irracional puede tener una explicación.


Es una novelita de lectura fácil, pero que esconde muchas reflexiones y ante todo te enseña que nada es lo que parece, que "las cosas no son siempre esto o lo otro; a menudo son esto y lo otro".