martes, 13 de marzo de 2012

COCKROACH o EL LADRÓN DE INTIMIDADES. Rawi Hage

Una amiga libanesa me prestó esta novela, con su título en inglés "Cockroach", y realmente me alegro mucho de este descubrimiento, tenía muchas ganas de leer una novela que me entusiasmara de esta forma. Buscando artículos de la obra en castellano descubro que ha sido traducida al castellano como "El ladrón de intimidades", -aunque sigo prefiriendo "cucaracha", más breve y más directo, como la propia obra-.

Su autor, Rawi Hage, inmigrante libanés afincado en Canadá, había destacado por su primera novela "El juego de Niro", galardonada con el International IMPAC Dublin Literary Award, entre otros, y ahora vuelve a sorprendernos con esta segunda obra, publicada en 2008.

Llama la atención el humor ácido que impregna toda la obra y ese tono de indiferencia que muestra el protagonista frente a su vida presente y pasada.  El protagonista, después de un intento de suicidio, se ve obligado a asistir a una terapia de psicología con Geneieve, y de esta manera va narrando al lector cómo fue su infancia y su juventud, llena de acontecimientos aciagos: exiliado en Canadá,  con una hermana que se casa con un maltratador o una amiga que ha sufrido tortura en la cárcel iraní. Todo ello le arrastra a una vida apática, donde lo único que le preocupa es seguir vivo, tener algo que comer y fumar. El protagonista aparece anónimo durante toda la novela, ninguno de los otros personajes lo nombra por su nombre a pesar de que a menudo conversa con la terapeuta, con su amante Shohreh, con su compañero Reza -con quien tiene una relación tensa y odiosa- o con el taxista Majeed. Esto nos hace entender más aún su personalidad, mitad hombre mitad cucaracha, avanzando por las cavidades subterráneas de la ciudad y penetrando en las casas de distintas personas, indagando en sus intimidades y sus miserias.  Esta transformación ficticia del protagonista en cucaracha nos hace pensar en la Metamorfosis de Kafka, si bien la obra de Hage juega con las dos vidas paralelas del protagonista de forma intermitente, no sabemos bien cuándo va a actuar como animal y cuándo como ser humano.

Se trata de una obra muy interesante por su crítica social expresada con visceralidad. Todo lo que va narrándose es la vida según la va pensando en primera persona nuestro protagonista, y es fácil sentirse próximo a muchas de sus reflexiones. El autor trata muchos temas: emigración, violencia, soledad, represión política, etc. Sin pretensiones nos deja ese pedazo de realidad expresada de forma directa y sobria.

Como muestra un botón, creo que este extracto puede servir de ejemplo para entender el modo narrativo de Hage:

 "I did not know how cold it was. I'm never sure of the temperature, and I never look at the weather forecast. I'm not sure why people in this place always start their conversations with remarks about the weather. Small talk frightens me. I have nothing to say. I do not see the point of communicating just for the sake of saying something. Yes, it is cold. I'll admit if if you want me to, but at least today I was well-fed. (...) I sat at the small table next to the kitchen and ate, really trying not to show how much I was enjoying the food. I know what kind of merchant the owner is. Everything is negociated. If my boss sensed my dependence on his meals, he might cut money from my pay or ask for more work and and give me more orders, and who knows where it would all stop -maybe with cleaning his car, or heating his car, or shovelling his snow, driving his in-laws, cutting the lawn under his suburbian plastic chairs, scrubbing his barbecue. Some os these immigrants are still eager to re-enact those lost days of houses with pillars, servants, and thick cigars. Filth! They are the worst -the Third  World elite are the filth of the planet and I do not fell any affinity with their jingling-jewellery wives, thir arrogance, their large TV screens. Filth! They consider themselves royalty when all they are is the residue of colonial power. They walk like they are aristocrats, owners from the land of spice and honey, yet they are nothing but the descendans of porters, colonial servants, gardeners, and sell-out soldiers for invanding empires."