martes, 21 de febrero de 2012

MI BEBÉ LO ENTIENDE TODO de Aletha J. Solter

Debido a mi reciente maternidad los libros que hay apilados en mi mesita de noche versan sobre el recién nacido y sus cuidados (aunque de vez en cuando saco tiempo para hojear alguna novelita también). Hay personas que dicen que no merece la pena leer libros sobre maternidad porque cada niño es un mundo, y no se puede hacer ciencia del cuidado de los niños, ni formular una teoría al respecto al no poder comprobar la veracidad de la misma, no podemos preguntar al bebé qué piensa o qué siente. Sin embargo, cuando te embarcas en este nuevo viaje que es la maternidad, necesitas consejos, escuchar experiencias de otra madres y teorizar sobre tu hijo y su comportamiento para así sentir que no lo estás haciendo mal, y que la forma en la que estás educando a tu pequeño/a tiene un porqué.

El último libro que he leído y creo que merece una breve reseña es MI BEBÉ LO ENTIENDE TODO, (The aware baby), publicado en 1984. Su autora es una psicóloga evolutiva suizo-alemana, alumna y seguidora de Piaget. Esta obra, que habla de los bebés desde el nacimiento hasta los 2 años, tiene una segunda parte titulada MI NIÑO LO ENTIENDE TODO, donde se centra en el niño de a partir de 2 años.

Resumir esta obra es harto complicado. Yo me quedo con una frase que podría resumir el contendio total: hay que dejar de tener pánico al llanto del bebé. En la sociedad en la que vivimos parece que el hecho de que un niño llore implica que está siendo mal atendido, que sus padres no saben cuidarlo, o bien que tiene algún dolor (¿tiene hambre? ¿ya les están saliendo los dientes? es lo que suele preguntarte la gente cuando tu hijo/a estalla en llantos en la calle). No siempre el llanto del niño se debe a una razón así de palpable, los bebés necesitan llorar igual que nosotros nos desahogamos hablando, mordiéndonos las uñas,  gritando... Un bebé acumula mucho estrés a lo largo del día -debemos tener en cuenta que todo es nuevo para él/ella, y todo ello da vueltas en su cabecita- y necesita sacar todo ese estrés que va acumulando en algún momento. Por ello, a determinadas horas del día es conveniente que el niño pueda llorar a gusto sin que un adulto esté allí intentando reprimir ese llanto bien con el pecho, con el chupete o meneándolo. Esto no quiere decir que haya que dejarlo llorar sin más, todo lo contrario, lo que Aletha nos sugiere es que le prestemos el máximo de nuestra atención mientras llora, para que sepa que no está solo, que estamos ahí junto a él/ella y que entendemos su sufrimiento. Una vez que consigue descargar toda esa presión logra quedarse en paz y conseduentemente duerme mucho mejor.

Además del tema del llanto (que podemos afirmar que es el punto central sobre el que giran todos los demás temas), nos habla del apego, de la lactancia, la alimentación, juegos con el bebé, etc. Sus consejos son que estemos siempre cerca de nuestros hijos, que ellos/as necesitan de nuestra atención y cariño para así lograr su independencia y una personalidad sin miedos e inseguridades. Aunque se habla mucho de que "malcrías" a tu hijo/a cuando lo coges en brazos mucho o cuando respondes súbitamente a sus demandas, la autora afirma -y argumenta con convicción- que esto no es malcriar, sino darle amor y cariño para que vaya forjando su propia personalidad, sabiendo que posee apoyo de sus padres, y así lograr la independencia a su ritmo, por sí solo.

Algunas de las afirmaciones de esta autora son parecidas a las del pediatra español Carlos González, aunque Aletha va más allá, y escribe lo que podríamos denominar una apología del llanto, pero siempre un llanto atendido, escuchado y respetado.