viernes, 1 de julio de 2011

KOMATSU PC-340 de Javier Maestre



Como en la reseña de la Editorial Caballo de Troya se afirma, el título de esta novela resulta bastante llamativo al tratarse del nombre de un prototipo de maquinaria de excavación utilizada con asiduidad en las obras públicas. Sin embargo, podemos afirmar que la Komatsu es el hilo conductor de la trama, leit-motiv de la obra ya Santiago, uno de los protagonistas, es el encargado de manejar esta excavadora en las obras de soterramiento de la M-30.

Alrededor de esta mastodóntica construcción se va forjando una historia de amor entre la ingeniera Victoria y Santiago, obrero y militante de izquierdas. En torno a ellos se va reflejando la problemática de los trabajadores, la presión y estrés yacente en este tipo de trabajos, la situación de los inmigrantes sin papeles que se encuentran bregando codo a codo con ellos y se ahonda en las relaciones familiares de una familia de clase alta, la de Victoria, cuando esta se niega a seguir la corriente y comienza a denunciar las injusticias de las que es testigo en el trabajo.

Javier Mestre ha sabido combinar en esta novela el amor y la pureza en los sentimientos con la realidades de nuestro día a día. Se echa de menos a menudo en la literatura actual que nos cuenten la verdad, lo que acontece en los trabajos: la presión a la que se ven sometidos los currantes por tener que trabajar a destajo para acabar con las tareas en tiempo récord, la obligación de callar y no denunciar todas las irregularidades que se presentan e, incluso, los enchufes y relaciones de poder que se dan para llegar a ser "un/a triunfador/a en tu carrera profesional". (Las comillas están puestas a propósito). Por estos motivos aplaudo la obra de Mestre; ha sido capaz de desvelar estas realidades haciendo reflexionar al lector respecto a nuestra propia cotidianeidad sin por ello restar a la obra de interés y capacidad de cautivar al lector. Podemos señalar una similitud entre esta obra con las novelas del denominado "Realismo social" de los años cincuenta, con libros como "Central Eléctrica" de López Pacheco o "La Mina" de López Salinas. Y es que, ahora más que nunca, hace falta una literatura de denuncia, en la que queden reflejadas las injusticias e irregularidades laborales y, a su vez, nuestras pequeñas luchas de cada día por conseguir un mundo mejor.