martes, 1 de junio de 2010

DESEO DE SER PUNK de Belén Gopegui


Esta escritora nunca nos deja de sorprender... primero con La escala de los mapas (1992), a la que le seguirían: Tocarnos la cara (1995), La conquista del aire (1998), El lado frío de la almohada, El padre de Blancanieves (2007) y ahora, recién salida del horno, Deseo de ser punk (2009). En esta novela se relatan, en primera persona, los pensamientos y vivencias de Martina, una adolescente de 16 años con mucha rabia interior. Martina busca "su música", y a través de la letra de muchas canciones de rock va encontrándose a sí misma. La trama nos narra sus reflexiones y vivencias junto a su amiga Vera, la muerte del padre de Vera y las discusiones que acontecen en casa de la protagonista. Martina no encuentra su sitio, huye de su piso... prefiere los ascensores de cualquier edificio porque en ellos encuentra su refugio. Habla de la madurez y de la vida misma, ofreciendo unas reflexiones la mar de llamativas e interesantes, pensamientos que en el fondo todos tenemos pero nos negamos a desenmascarar porque son parte de nuestra vida "adulta y seria" : "a mis padres les gusta que lea el periódico. Les debe de parecer muy maduro o algo así. Y el periódico es todavía peor que los elfos. Lo escriben muchas personas, pero es como si lo escribiera una sola, un solo tío pesado, barbudito, barrigudo, bien vestido, del que no me fío nada. En internet es diferente. Cuando lo leo en la pantalla imagino a un montón de becarios de mi edad. Al final son ellos los que escriben, y lo notas".

"Lo digital es intercambiable: cualquier cosa la conviertes en ceros y en unos, y la puedes copiar y reproducir hasta el infinito. Pero la vida no la puedes convertir en ceros y en unos. Los ceros y los unos no se mueren, ni siquiera se cansan. Lo analógico se cansa, se gasta, es como si dibujas una raya que se va torciendo con subidas y bajadas y picos y trozos donde te tiembla el pulso."

Martina acaba haciendo su propia "revolución" musical, con la que pretende dar una vuelta de tuerca y desestabilizar algo nuestra normalidad cotidiana. Mediante la canción "Gimme danger" de Iggy Pop -cuyo cantante aparece en la portada de la obra-, exige lugares en los que se pueda estar sin ser un consumidor, centros sociales en los que los adolescentes puedan pasar sus ratos estando, simplemente estando, eliminando de este contexto el verbo "tener" o "aparentar". Martina necesita espacios para tomar aire fresco y huir de la sociedad de consumo que la oprime. "Mi padre no podía decirme: si no estudias un día te pasará lo que a mí, no podrás soportar tener que ir ofreciéndote para que te contraten como si te vendieras. Porque él ha estudiado".

Las páginas discurren junto a distintas melodías; como la propia protagonista dice: "there's nothing in my dreams/ just some ugly memories / kiss me like the ocean breeze" ... En el fondo, esa pequeña estrofa de "Gimme" lo resume todo (...) ¿cómo puede ser que alguien tenga dieciséis años y no le hayan ocurrido grandes desgracias ni nada especialmente malo y, sin embargo, no haya nada en sus sueños?. En una palabra, lo que la obra nos está diciendo es que estamos ante una sociedad en la que nuestros sueños se están desvaneciendo... tanto que incluso llegan a desaparecer de nuestras vidas.